Cuando piensas en Destiny, la palabra que sin duda te viene a la mente es fortaleza. Destiny es una asistente de enfermería que está estudiando para ser enfermera; y vive con su hermano gemelo y su pug, Lola, en The Dalles, OR. La apasiona cuidar a los demás y dar amor, ya que es algo que nunca recibió por sí misma cuando era pequeña.
Cuando era niña, fue víctima de abuso mental y físico; y a los 11 años la diagnosticaron con depresión. "Un error común es pensar que la depresión de todos es la misma", señala Destiny. Ella recuerda haber sido acosada por otros estudiantes en la escuela, en el momento de la vida en que estaba tratando de descubrir quién era. A menudo fue molestada por el abuso de drogas y los problemas de salud mental de su madre. A los 15 años, enfocada en perder peso, desarrolló un desorden alimenticio.
Destiny ha tomado medicamentos para la depresión y la ansiedad desde que tenía 12 años, y se ha dado cuenta que cuando deja de tomar sus medicamentos, su salud mental sufre. "Soy un ser humano, no solo una persona que sufre de depresión. Soy mucho más que mi diagnóstico", dice con confianza. Ella se esfuerza por ser una luz para guiar a otros a través de sus propias luchas, al compartir "He estado allí, he hecho eso, y estoy aquí para escuchar".
Destiny te diría que la compasión es primero estar abierta a escuchar y luego ser amable, ser vulnerable y ser humano. Como ella reconoce, "la historia de cada persona es diferente". Su objetivo a largo plazo es aprender de sus propias experiencias y trabajar con personas con problemas de salud mental.
Destiny, como nosotros, cree que hablando y escuchando cultivamos compasión.
Levi tiene tres hijos y se esfuerza por enseñarles que las personas pueden cambiar. El probó drogas por primera vez cuando tenía 12 años, y a los 22 años ya estaba abusando de las drogas. Levi ha estado sobrio durante los últimos dos años.